sábado, 25 de abril de 2009

Temores


hilbanando con frecuencia
van los cauces por sus cuencas
y desgarran de impaciencia
a esa sombra que espera

surgen nuevos paraisos
entre ciénagas y desdichas
desde el botón
de esta ciudad dormida sin dueños

y florecerán desde el pantano
las voces
sus brazos
hermanos

cada tramo del camino
cada nuevo precipicio
y cada mano extendida a tu sombra vacía dirá que te salva
para luego golpearte, amarrarte, entregarte a ese demonio hostil
que nombramos temor

sin un cielo más arriba
ya sin redes ni testigos
mueren de frío los cuerpos silbantes que viajan sin concretar ni olvidar
y se tornan violentas las cuerdas al viento de mis desgastadas melodías
que quiebran la voz

y florecerán desde el pantano
las voces
sus lazos
hermanos