viernes, 26 de diciembre de 2008


Arde Capital, y todos gritan. Incluso las cucarachas se esconden de nuestro apocalipsis; "Pero imaginar estas cosas no está bien", sueñan sus mentes de niños de agua, de lapsos de estabilidad estancados en el pasado, recordando (incluso) cuando nada existía, cuando todos reían, y tenían ojos. Y soñaban despiertos despertar por fin, y atravesar una ciudad que diese vida y no basura, y los olores no existieran, la inmundicia se fundiera y sólo alcansase con mover los músculos de cada párpado mediante una acción del corazón y no del razonamiento.
Buenas noches Buenos Aires.

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